RELACIONES PERÚ – CHILE:
ENTRE LA INTEGRACIÓN Y EL CONFLICTO
Las relaciones diplomáticas entre los países latinoamericanos son óptimas desde el punto de vista de la integración propuesta básicamente por el Mercosur, específicamente por Argentina y Brasil. En los últimos años la integración suramericana ha estado presente en la agenda de los 10 países de la región. La recientemente creada UNASUR –Unión de Naciones Suramericanas- tiene como objetivos la integración económica, energética, comercial y política de estos países. En la última cumbre de presidentes de la UNASUR celebrada en Lima el pasado 28 de Julio con motivo de la toma de mando del presidente Ollanta Humala, los países suramericanos acordaron adoptar medidas económicas en conjunto con la finalidad de superar la crisis económica mundial. Como observan los analistas internacionales, la tendencia política de los países latinoamericanos es a “tener mayor independencia de la OEA y de Washington”; lo más probable es que para los próximos años la UNASUR sea más importante para sus miembros que la OEA. “Nuestra región ya no es periferia, es parte de ese nuevo centro…UNASUR se ha consolidado como zona de paz y escenario de concertación económica”, ha declarado su secretaria general María Emma Mejía recientemente en Europa durante una conferencia anual en la Casa de América Latina en París.
LA REALIDAD DE LAS RELACIONES
Sin embargo en la agenda interna de los países suramericanos existen puntos sin resolver que indican todo lo contrario. El caso de Perú y Chile es un ejemplo: los grupos económicos chilenos han invertido lo más importante de sus capitales en el Perú en medio de un contexto de “excelentes relaciones diplomáticas”. Pero existe un diferendo limítrofe pendiente en la Corte de la Haya. La carta del embajador Lira publicada por La Tercera pareciera indicar que hay un sector de la sociedad chilena que no quiere la paz con el Perú. ¿Quiénes serían los “chilenos” que no quieren la paz con el Perú? La clase política más cercana a Piñera y los grupos económicos chilenos que quieren seguir invirtiendo aún más en el Perú, especialmente en los sectores de minería y energía. Este sector de la sociedad chilena se caracteriza por ser una clase ilustrada, económicamente fuerte y de profunda influencia europea-occidental. El diferendo limítrofe que se sigue en la Corte de la Haya se remonta hacia 1986, cuando el canciller peruano Allan Wagner se dirigió al ministro de relaciones exteriores chileno Jaime del Valle para solicitar se suscriba un tratado de límites marítimo. Posteriormente el tema fue tratado por los cancilleres Rodríguez Cuadros e Ignacio Walker respectivamente en el 2004 durante la Cumbre de Río. Finalmente el 2008, el Perú presenta el caso a la Corte de la Haya para que ésta dé un fallo definitivo siendo los representantes del Perú y Chile ante la corte, los embajadores Allan Wagner y Alberto van Klaveren respectivamente.
BOLIVIA Y LA SOBERANÍA MARÍTIMA
Del mismo modo las relaciones entre Chile y Bolivia siguen siendo tensas. Mientras el Perú y Chile siguen discuten en la Corte de la Haya, las diferencias entre Chile y Bolivia parecen ser abismales. Mientras la doctrina geopolítica implantada en las fuerza armadas chilenas por Pinochet dicta que para el desarrollo energético chileno es necesario el control del lago Titicaca, para Bolivia el problema de la mediterraneidad es el principal problema nacional a resolver y el discurso favorito de sus políticos. En efecto, cada vez que en Bolivia hay problemas y revueltas sociales, los políticos regresan al tema de la “salida al mar” y del “reclamo a Chile”. Tras los recientes problemas que el presidente Evo Morales ha tenido que afrontar reprimiendo a los indígenas que protestaban por la construcción de la carretera interoceánica Brasil-Bolivia-Chile durante la cual los manifestantes secuestraron literalmente al canciller boliviano David Choquehuanca, su gobierno enfiló contra Chile declarando oficialmente “que los últimos 5 años de negociaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile han sido un rotundo fracaso” y que su gobierno “no tolerará un corredor hacia el Pacífico sin soberanía”.
COLOMBIA Y VENEZUELA
Del mismo modo las relaciones entre Colombia y Venezuela son cada vez más distantes. Tras el conflicto suscitado entre Colombia y Ecuador en marzo del 2008 cuando aviones colombianos violaron espacio aéreo ecuatoriano para bombardear un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, Venezuela expulsó al embajador colombiano en Caracas y amenazó con una declaración de guerra a Colombia movilizando tropas a la frontera a lo que el presidente Uribe respondió con acusaciones a Venezuela de apoyar el terrorismo, a lo que Chávez respondió acusando a Colombia de narco-estado. Desde entonces las relaciones entre ambos países se deterioran lentamente, sobre todo después de que Uribe ratificara la presencia de bases estadounidenses en territorio colombiano. Con la salida de Uribe y el nuevo gobierno de Santos, las relaciones entre Colombia y Venezuela parecieron calmarse después que el presidente colombiano buscara el entendimiento con Hugo Chávez. Pero recientemente las cuerdas han vuelto a ponerse tensas tras la visita del representante de la autoridad de palestina Mamut Abbas a Colombia para solicitar el voto colombiano en el Consejo de Seguridad de la ONU para ser aceptado como miembro pleno a lo que Santos se opuso. La cadena árabe “Al Jazeera” informó sobre la visita de Abbas a Colombia que “ha sido una pérdida de tiempo porque son conocidas las relaciones comerciales en materia de armas entre Israel y Colombia”. Mientras tanto Hugo Chávez declaró que “Venezuela apoyará en todo aspecto a Palestina en su objetivo de ser reconocido como estado libre” durante una visita conjunta entre Abbas y Chávez a la Academia Latinoamericana de Medicina “Salvador Allende” de Caracas. Venezuela expulsó al embajador israelí en Caracas en enero del 2009 tras los bombardeos que Israel infringiera a Palestina sobre la Franja de Gaza.
CANCILLER MADURO EN EL PERÚ
La visita del canciller venezolano Nicolás Maduro en días previos al viaje de la delegación peruana a la Haya para la fase oral del juicio por el diferendo marítimo con Chile ha tenido por objetivo la renovación de acuerdos comerciales entre Perú y Venezuela después de cinco años sin intercambio comercial importante tras la salida del país del Orinoco de la Comunidad Andina de Naciones con motivo de los TLC firmados por Colombia y Perú con EE.UU. el 2006. El canciller peruano Rafael Roncagliolo expresó su deseo de que Venezuela retorne a la CAN. Una delegación peruana viajó el pasado sábado 15 de octubre a Europa en una gira por ocho países que incluye a España, Francia y Alemania para exponer la posición peruana en el diferendo con Chile.
ENTRE LA INTEGRACIÓN Y EL CONFLICTO
Las relaciones diplomáticas entre los países latinoamericanos son óptimas desde el punto de vista de la integración propuesta básicamente por el Mercosur, específicamente por Argentina y Brasil. En los últimos años la integración suramericana ha estado presente en la agenda de los 10 países de la región. La recientemente creada UNASUR –Unión de Naciones Suramericanas- tiene como objetivos la integración económica, energética, comercial y política de estos países. En la última cumbre de presidentes de la UNASUR celebrada en Lima el pasado 28 de Julio con motivo de la toma de mando del presidente Ollanta Humala, los países suramericanos acordaron adoptar medidas económicas en conjunto con la finalidad de superar la crisis económica mundial. Como observan los analistas internacionales, la tendencia política de los países latinoamericanos es a “tener mayor independencia de la OEA y de Washington”; lo más probable es que para los próximos años la UNASUR sea más importante para sus miembros que la OEA. “Nuestra región ya no es periferia, es parte de ese nuevo centro…UNASUR se ha consolidado como zona de paz y escenario de concertación económica”, ha declarado su secretaria general María Emma Mejía recientemente en Europa durante una conferencia anual en la Casa de América Latina en París.
LA REALIDAD DE LAS RELACIONES
Sin embargo en la agenda interna de los países suramericanos existen puntos sin resolver que indican todo lo contrario. El caso de Perú y Chile es un ejemplo: los grupos económicos chilenos han invertido lo más importante de sus capitales en el Perú en medio de un contexto de “excelentes relaciones diplomáticas”. Pero existe un diferendo limítrofe pendiente en la Corte de la Haya. La carta del embajador Lira publicada por La Tercera pareciera indicar que hay un sector de la sociedad chilena que no quiere la paz con el Perú. ¿Quiénes serían los “chilenos” que no quieren la paz con el Perú? La clase política más cercana a Piñera y los grupos económicos chilenos que quieren seguir invirtiendo aún más en el Perú, especialmente en los sectores de minería y energía. Este sector de la sociedad chilena se caracteriza por ser una clase ilustrada, económicamente fuerte y de profunda influencia europea-occidental. El diferendo limítrofe que se sigue en la Corte de la Haya se remonta hacia 1986, cuando el canciller peruano Allan Wagner se dirigió al ministro de relaciones exteriores chileno Jaime del Valle para solicitar se suscriba un tratado de límites marítimo. Posteriormente el tema fue tratado por los cancilleres Rodríguez Cuadros e Ignacio Walker respectivamente en el 2004 durante la Cumbre de Río. Finalmente el 2008, el Perú presenta el caso a la Corte de la Haya para que ésta dé un fallo definitivo siendo los representantes del Perú y Chile ante la corte, los embajadores Allan Wagner y Alberto van Klaveren respectivamente.
BOLIVIA Y LA SOBERANÍA MARÍTIMA
Del mismo modo las relaciones entre Chile y Bolivia siguen siendo tensas. Mientras el Perú y Chile siguen discuten en la Corte de la Haya, las diferencias entre Chile y Bolivia parecen ser abismales. Mientras la doctrina geopolítica implantada en las fuerza armadas chilenas por Pinochet dicta que para el desarrollo energético chileno es necesario el control del lago Titicaca, para Bolivia el problema de la mediterraneidad es el principal problema nacional a resolver y el discurso favorito de sus políticos. En efecto, cada vez que en Bolivia hay problemas y revueltas sociales, los políticos regresan al tema de la “salida al mar” y del “reclamo a Chile”. Tras los recientes problemas que el presidente Evo Morales ha tenido que afrontar reprimiendo a los indígenas que protestaban por la construcción de la carretera interoceánica Brasil-Bolivia-Chile durante la cual los manifestantes secuestraron literalmente al canciller boliviano David Choquehuanca, su gobierno enfiló contra Chile declarando oficialmente “que los últimos 5 años de negociaciones diplomáticas entre Bolivia y Chile han sido un rotundo fracaso” y que su gobierno “no tolerará un corredor hacia el Pacífico sin soberanía”.
COLOMBIA Y VENEZUELA
Del mismo modo las relaciones entre Colombia y Venezuela son cada vez más distantes. Tras el conflicto suscitado entre Colombia y Ecuador en marzo del 2008 cuando aviones colombianos violaron espacio aéreo ecuatoriano para bombardear un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano, Venezuela expulsó al embajador colombiano en Caracas y amenazó con una declaración de guerra a Colombia movilizando tropas a la frontera a lo que el presidente Uribe respondió con acusaciones a Venezuela de apoyar el terrorismo, a lo que Chávez respondió acusando a Colombia de narco-estado. Desde entonces las relaciones entre ambos países se deterioran lentamente, sobre todo después de que Uribe ratificara la presencia de bases estadounidenses en territorio colombiano. Con la salida de Uribe y el nuevo gobierno de Santos, las relaciones entre Colombia y Venezuela parecieron calmarse después que el presidente colombiano buscara el entendimiento con Hugo Chávez. Pero recientemente las cuerdas han vuelto a ponerse tensas tras la visita del representante de la autoridad de palestina Mamut Abbas a Colombia para solicitar el voto colombiano en el Consejo de Seguridad de la ONU para ser aceptado como miembro pleno a lo que Santos se opuso. La cadena árabe “Al Jazeera” informó sobre la visita de Abbas a Colombia que “ha sido una pérdida de tiempo porque son conocidas las relaciones comerciales en materia de armas entre Israel y Colombia”. Mientras tanto Hugo Chávez declaró que “Venezuela apoyará en todo aspecto a Palestina en su objetivo de ser reconocido como estado libre” durante una visita conjunta entre Abbas y Chávez a la Academia Latinoamericana de Medicina “Salvador Allende” de Caracas. Venezuela expulsó al embajador israelí en Caracas en enero del 2009 tras los bombardeos que Israel infringiera a Palestina sobre la Franja de Gaza.
CANCILLER MADURO EN EL PERÚ
La visita del canciller venezolano Nicolás Maduro en días previos al viaje de la delegación peruana a la Haya para la fase oral del juicio por el diferendo marítimo con Chile ha tenido por objetivo la renovación de acuerdos comerciales entre Perú y Venezuela después de cinco años sin intercambio comercial importante tras la salida del país del Orinoco de la Comunidad Andina de Naciones con motivo de los TLC firmados por Colombia y Perú con EE.UU. el 2006. El canciller peruano Rafael Roncagliolo expresó su deseo de que Venezuela retorne a la CAN. Una delegación peruana viajó el pasado sábado 15 de octubre a Europa en una gira por ocho países que incluye a España, Francia y Alemania para exponer la posición peruana en el diferendo con Chile.