lunes, 9 de septiembre de 2013

Mercado del gas detrás de la guerra en Siria, atrapada entre Rusia y EE.UU.

                                                                                                                                                                      POR  JULIO HERRERA
Detrás de la guerra en Siria hay razones económicas y geopolíticas. Los yacimientos de energía que Europa necesita, gas y petróleo,  se encuentran en el Asia Central y Oriente Medio: Rusia, Mar Negro, Mar  Caspio, Iraq e Irán. En estos momentos, y tras la tragedia de Fukushima en Japón,  Alemania está desarrollando un importante programa de abandono de las fuentes de energía nuclear, desarrollando fuentes de energía alternativa y cerrando ocho de los diecisiete reactores nucleares alemanes, en lo que se ha llamado “apagón nuclear”.  El suministro de gas a Europa, técnicamente,  depende de Rusia, aliada de Siria y de Irán en proyectos comerciales para abastecer a este continente de energía. Esto afecta directamente los intereses de EE.UU. en la zona porque significaría ceder terreno estratégico a las potencias orientales. Al respecto Julio Herrera conversó con el analista internacional Enrique Obando, especialista en temas de seguridad y defensa.
  
¿El uso de armas químicas justifica la intervención militar de EE.UU. en Siria?
El tema no es si se manejan armas químicas en Siria, sino quién se beneficia con la caída del régimen de Bashar al Assad. El régimen sirio ha sido uno de los principales baluartes contra Israel en el Medio Oriente y contra la política norteamericana en la región, fiel aliado del gobierno iraní y constante sustento de Hizbollah. En estos términos es entendible el apoyo que Estados Unidos y parte de Europa Occidental brindan a la oposición siria, y un ataque militar norteamericano a Siria buscaría debilitar militarmente al régimen de al Assad y ayudar de esta manera a la oposición que busca su caída, lo cual no deja de ser una caja de Pandora, porque entre la oposición siria hay de todo, inclusive fundamentalistas en busca de un gobierno teocrático que son tan pro occidentales como lo fueron en su momento los fundamentalistas que lucharon contra la Unión Soviética en Afganistán y que después fundaron Al Qaeda. Esto sin embargo, es la razón visible de un posible ataque norteamericano, pero hay otras razones.

¿Cuáles son las otras razones “no visibles”  de EE.UU. para atacar Siria?
Como sabemos, en la actualidad se está librando un enfrentamiento geopolítico por el dominio de las fuentes de energía, en donde Estados Unidos busca  liberar a Europa de la dependencia que actualmente tiene del gas ruso, y Rusia por el contrario, busca conservar dicho control. A su vez, Estados Unidos quiere evitar que Irán exporte su gas a Europa e Irán busca exportar su gas para fortalecer su economía. Sin embargo, para Washington es difícil romper la dependencia europea de Rusia, ya que el gasoducto South Stream transporta 63 billones de metros cúbicos de gas al año, mientras que el gasoducto Nabucco, que es la alternativa que Estados Unidos apoya para llevar gas de Azerbaiyán a Europa vía Turquía, sólo exporta 30 billones.

CORTANDO LOS SUMINISTROS DE IRÁN
¿Cuáles son los objetivos comerciales de EE.UU. en Siria?
Las cosas se complicaron para los norteamericanos cuando en junio de 2011 se acordó la construcción de un nuevo gasoducto Irán-Irak-Siria para transportar 40 billones de metros cúbicos al año de gas iraní desde Asaluyeh hasta Damasco, con una proyección al puerto de Tartus y de allí bajo el mar Mediterráneo hasta Grecia. La fuente es el yacimiento de gas de South Pars que queda bajo las aguas del Golfo Pérsico, en la parte iraní, y que es, junto con el yacimiento de North Dome en la parte qatarí del mismo golfo, el yacimiento de gas  más grande del mundo, A esto se suma el descubrimiento de yacimientos de gas en la propia Siria. La exportación de esta inmensa cantidad de gas iraní y sirio a Europa por el puerto de Tartus, que está concesionado a los rusos, es un nuevo golpe para el plan norteamericano, ya que generará dependencia europea del gas iraní y sirio, pasando por un puerto concesionado a los rusos. El hecho de que Siria se haya convertido en un campo de batalla desde hace algo más de dos años ha detenido el proyecto, lo cual es muy conveniente para los norteamericanos e israelíes, ya que impide la venta de gas iraní.

De otro lado, la respuesta norteamericana al proyecto iraní ha sido la elaboración de otro proyecto de gasoducto alternativo que llevaría gas de Qatar a Europa. No se sabe a ciencia cierta las cantidades a ser transportadas, pero se especula que podrían ser tan vastas como para hacerle la competencia al gasoducto ruso South Stream. Quien propone este proyecto es Frederick Hoff, coordinador especial para el Medio Oriente del Departamento de Estado y  miembro del “Comité de Crisis en Siria”. La ruta del nuevo oleoducto partiría de Qatar, pasaría por Arabia Saudita y Jordania. Uno de los ramales debe ir a Turquía para liberar a este país del gas iraní, pero la única ruta es por Siria, de modo que el gasoducto llegaría a  Homs en territorio sirio y de allí se dividiría en tres ramales, uno a Latakia, otro a Trípoli en el Líbano y un tercero hacia Turquía. Qatar es entonces un gran interesado en cambiar el régimen sirio para que no prospere el gasoducto iraní y para que pueda pasar el ramal del gasoducto qatarí hacia Turquía. En esto coincide con la política de Estados Unidos. No llama la atención que en este emirato estén basadas fuerzas militares norteamericanas y británicas. Sin embargo, Qatar no tendría problema en apoyar a la Hermandad Musulmana   en Siria, quienes después de todo son sus hermanos sunitas, contra los pro chiítas alawitas de Damasco. Cosas de la política árabe llevada por intereses religiosos y tribales antes que ideológicos que Occidente no termina de entender.
Gasoducto Mar Caspio-Irán-Iraq-Siria (Tarso) en azul.
Gasoducto Mar Caspio-Tbilisi-Turquía en rojo.


LOS DOS BLOQUES QUE SE ENFRENTAN EN SIRIA

                                                                                                                         POR JULIO HERRERA
(Publicado en el semanario EL PODER de Lima el lunes 2 de Setiembre, nº 272). El siglo XX significó el dominio total de Estados Unidos y Europa sobre el Medio Oriente y el mediterráneo. La caída del Imperio Turco Otomano, tras su derrota en la 1era Guerra Mundial, significó un nuevo orden en el Medio Oriente, fragmentado en varios estados dominados por las potencias enfrentadas: EE.UU., Inglaterra, Rusia (ex URSS), Israel, Turquía, Arabia Saudita e Irán. La tensión en Siria es resultado de la presión de estos países sobre el régimen del Bachar Al Asad. La guerra civil en Siria tiene mucho parecido a la guerra civil española (1936-1939) en la que se vieron en el frente las potencias que beligerantes en la 2da guerra mundial. Los comunistas de la 2da República española apoyados por la URSS, EE.UU., Francia e Inglaterra fueron derrotados por la España nacionalista apoyada por Alemania e Italia. La guerra civil española terminó el 1ero de abril de 1939, y en setiembre empezaría la 2da guerra mundial. Hoy Siria se encuentra en una situación muy similar.

El principal opositor a un ataque de EE.UU. a Siria es Rusia. La razón es geopolítica: Rusia pretende el puerto sirio de Tarso, y el régimen sirio de Bachar Al Asad está dispuesto a darle esta salida. La empresa de gas estatal rusa GAZPROM, tiene planificado construir un gasoducto desde los yacimientos gasíferos del Mar Caspio en Bakú -Azerbaiyán- atravesando Irán hasta Tarso en el Mediterráneo sirio. La guerra civil en Egipto también tiene origen en el problema del control del mar Mediterráneo porque un régimen pro sirio o pro iraní en Egipto significaría la ruptura con Israel y el control sobre el canal de Suez, la salida del Mediterráneo al Océano Índico, India, China y Australia.   Esto es lo que en Egipto se contiene desde hace dos años. El mar Mediterráneo durante el siglo XX perteneció a Occidente  e Israel como producto del resultado de la 1era y la 2da Guerra Mundial. La creación misma de Israel en los años 50 es resultado de este dominio. Pero la crisis económica en Occidente ha puesto en marcha un eje netamente asiático que busca alcanzar expansión en Europa, Medio Oriente y el Mediterráneo: China, Rusia e Irán. En la década de los 90 la OTAN se enfrentó a Rusia por el control de los Balcanes apoyando abiertamente a los croatas en su guerra civil contra los eslavos serbios defendidos por Rusia. La desaparición de Yugoslavia significó la negación de una salida rusa al Mediterráneo. Con el control de la estrecha franja de la Dalmacia por Croacia, se cierran todas las posibilidades de un puerto ruso en los Balcanes. El ataque de EE.UU. a Siria es la oposición, una vez más, de Occidente a una salida de Rusia en el Mediterráneo. El ataque con armas químicas a la población civil es sólo un pretexto utilizado por EE.UU. Un síntoma más de esta crisis en el Mediterráneo, además de la grave recesión económica de España, Italia y Grecia, es la tensión entre España y Argentina en beligerancia contra Inglaterra por Gibraltar y las Malvinas respectivamente.

PRELUDIO A UNA GUERRA MUNDIAL: SIMILITUD CON LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA
La razón por la que Arabia Saudita es aliada de los EE.UU. es la relación por el petróleo. EE.UU. es su principal comprador, al mismo tiempo Arabia Saudita e Irán libran una guerra fría por el control político del Islam. Los rebeldes que derribaron los regímenes de Libia, Túnez, Egipto y que ahora intentan derribar el gobierno sirio, son grupos terroristas que integran la red de Al Qaeda, financiados por Arabia Saudita y auspiciados por la OTAN y EE.UU. en Turquía.    El gobierno de Irán acusó recientemente a Europa de financiar el terrorismo que ataca a Irán y sus intereses en Oriente. Hace pocos días el Congreso de la República del Perú pidió explicaciones a la Unión Europea por la exclusión del MRTA de la lista de organizaciones terroristas manejada por este organismo. Del mismo, desde los 80 es conocida la presencia de Sendero Luminoso en Europa, desde donde se financian a esta organización.



Arriba, fotografía de la guerra civil española, comunistas profanando las iglesias.
Abajo, fotografía de la guerra civil siria, miliciano rebelde profanando objetos de la liturgia católica.
Julio Herrera AC&SE