miércoles, 12 de diciembre de 2012

Según Colombia inconsistencias del fallo de La Haya pueden ocasionar conflictos militares



Embajador de Colombia en Lima, Luis Eladio Pérez Bonilla 


Por Julio Herrera
Publicado en el periódico semanario "EL PODER" de Lima el lunes 10 de diciembre del 2012 

Recientemente dos hechos políticos de carácter internacional están ubicando a Colombia en la mira de la opinión mundial. En primer lugar, la inconformidad colombiana con el fallo de la Corte Internacional de La Haya en el diferendo marítimo con Nicaragua. Esta actitud podría dejar por sentado un antecedente jurídico que bien podría ser utilizado por Chile en el caso de un fallo favorable al Perú. En segundo lugar, Colombia negocia en La Habana, Cuba, la paz con las FARC. Al respecto, El NACIONALISTA conversó con Luis Eladio Pérez Bonilla, embajador de Colombia en Lima.

¿Cuál es la posición oficial de Bogotá frente al fallo de la Corte Internacional de La Haya en el diferendo marítimo entre Nicaragua y Colombia?
La posición oficial ha sido muy clara, expresada por el señor presidente y la canciller; está en la fase de analizar cuál es el camino a seguir, en la opciones mismas que deja abierta la Corte Internacional. La primera, la de aclaración al fallo, que por supuesto tendría que llevar el beneplácito de la contraparte, sobre algunas dudas que pudiese dejar el fallo en concreto.

¿Es la Corte Internacional de La Haya la que debe aclarar el fallo?
Sí, es la Corte Internacional de La Haya la que debe aclarar el fallo. Y a fe de que el fallo que generó tantas inconsistencias, merece una aclaración por parte de la misma Corte. La segunda instancia es la de revisión, la revisión es válida al momento que aparezcan hechos sobrevivientes nuevos  que no hayan sido tomados en cuenta por la corte al momento del estudio de todo el proceso y para poder haber avanzado en la expedición de un fallo. Si aparecen hechos sobrevivientes que no fueron tomados en cuenta, admite la revisión.

¿Se retira Colombia del Pacto de Bogotá?
Efectivamente, Colombia se retiró del Pacto de Bogotá. Ya anunció a la OEA el retiro, por supuesto tiene un año la instancia del retiro mismo; y lo hace sobre la base justamente, de la inconsistencia del fallo de la Corte, porque deja abierta la posibilidad de futuras reclamaciones por parte de Nicaragua, no solamente en su pretensión de 20mil km2 de áreas marinas más, sino en la pretensión final que es llegar a San Andrés y Providencia. Basta recordar unas declaraciones del señor presidente Ortega; cuando  nuestro presidente Santos visita San Andrés, Ortega desde Nicaragua le dice: “Bienvenido a San Andrés señor Presidente”, esa forma poco diplomática de actuar de Nicaragua es la que lleve a Colombia a tener un grado de prevención, y para efectos posteriores se toma la determinación de retirarnos del  Pacto de Bogotá, que en principio nos obligaría a acatar los fallos, en el ánimo  de que las controversias de límites entre países, sean resueltas primero, en forma pacífica y ajustadas en derecho de acuerdo a las tratativas de las cortes internacionales.

¿Cómo percibe Bogotá  ven el trámite legal entre Perú y Chile en la corte de La Haya?
La seguimos con mucha expectativa porque se ha convertido en lo prioritario tanto en las agendas de Perú y Chile; y por las connotaciones que tiene de carácter regional y por supuesto internacional, es un falo que seguramente emitirá la corte a mediados del año entrante. Abrigamos la esperanza de que las partes queden satisfechas con el mismo. Nuestro deseo como país pacífico es que estas controversias se resuelvan en forma pacífica. Nuestro deseo es que los fallos de la Corte no aumenten las tensiones entre los países, sino que generen un camino de nuevas relaciones entre los mismos; a diferencia de lo que sucede entre Nicaragua y Colombia, porque las inconsistencias del fallo con Nicaragua, a falta de una definición clara,  dejan abiertas posibilidades de confrontaciones de carácter militar, que ojalá nunca sucedan. Al generar una nueva teoría de enclaves dentro de los mares territoriales, se dificultan los tránsitos de naves de guerra, naves comerciales, la presencia de pescadores en la zona, que si por supuesto los países, en este caso Nicaragua, fuesen más comprensivos, sin duda que podría evitarse una confrontación, pero por las acciones agresivas que ha venido expresando Nicaragua, no cabe la menor duda de que van a generar conflictos, que Dios quiera nunca sucedan ni se llegue a instancias de carácter militar.


Si la Corte Internacional de La Haya aclara o revisa el fallo, favoreciendo a Colombia, ¿de todas maneras Colombia renuncia al Pacto de Bogotá?
Sí, pero eso no implica que no se acepte el fallo, la renuncia al Pacto de Bogotá es para lo que pudiese ocurrir después al fallo, en lo posterior. Ese fallo ha cambiado la geopolítica del Caribe. Hoy en día, muchos de los tratados que Colombia había firmado con Panamá, Costa Rica, Honduras, Jamaica, con los mismo EE.UU., hoy quedan inválidos frente a ésa nueva realidad del mapa geopolítico; para evitar hacia futuro demandas que puedan perjudicar aún más la posición de Colombia en el Mar Caribe es que estamos retirándonos del Pacto de Bogotá.

¿Nicaragua acudirá al Consejo de Seguridad de la ONU?
Que quede claro que Colombia no desconoce el fallo de la Corte Internacional. Está revisando la sentencia como tal para tomar las acciones que considere el gobierno colombiano en su momento, acciones que pueden ser, repito, de aclaración o de revisión, pero no se ha tomado ninguna determinación que haga pensar que Colombia va a desconocer de facto el fallo y que se pueda llegar a una instancia del Consejo de Seguridad de  la ONU

NEGOCIACIONES CON LAS FARC
¿Es cierto que las FARC han declarado el alto al fuego unilateral?
Ellos lo hicieron manifiesto en La Habana, hay que ver si lo cumplen y si se les cree, porque suelen hacerlo como un acto populista para las fiestas navideñas, anunciar el cese unilateral del fuego en una forma de congraciarse con la población colombiana. Y hay que ver si se les cree porque los actos más agresivos que han cometido históricamente, lo han hecho en la época en que han declarado tregua unilateral. El gobierno de Colombia no decreta el cese de hostilidades, el gobierno tomó la decisión de negociar al calor del conflicto y no va a cesar un solo minuto en sus acciones militares ni va a despejar un solo centímetro de territorio colombiano.

¿En qué tendrían que ceder las FARC durante las negociaciones para alcanzar la paz?
En este proceso tendremos que ceder todos, no sólo las FARC, las FARC en su aspiración a llegar al poder por las vías de las armas, cosa que no ha sido posible en más de 50 años, ni lo será hacia futuro, es ése el primer reconocimiento que tiene que hacer las FARC, lo que indica que tiene que negociar una salida política que tiene concluir con el cese total de hostilidades y la entrega de las armas. La sociedad civil así podrá confiar en los avances de las negociaciones, en reformas de aspectos importantes de la vida colombiana, y en que el gobierno ha aceptado dictar políticas para manejar políticas, mas no reformas, que puedan hacer aplicables a la sociedad colombiana, y eso si permite negociar el camino para alcanzar la paz verdadera.

¿Qué posibilidad hay de una entrega de armas?
La negociación no lleva a nada diferente de acabar el conflicto, es la meta que se propuso el presidente Santos. Si nos sentamos a negociar es para acabar con el conflicto. Y se acaba el conflicto en la medida que se silencien los fusiles, y para eso se tiene que dejar las armas y acabar con los actos de lesa humidad que violan los derechos de los colombianos.


¿Es posible la participación de las FARC como partido político en la democracia colombiana?
Esa es la invitación que se les hace. Cuando ellos platean reformas estructurales a ciertos aspectos de la vida ciudadana, lo que se le dice es que forman parte de los canales democráticos. La prueba de ello es el M-19, que en los 90 llegó a firmar la paz, haciendo entrega de las armas, hoy son actores principales de la vida política del país, y han contribuido en las reformas que  en los últimos años se han venido dando en Colombia.

¿Es cierto que Colombia se retira de la CIDH?
No, no es cierto. No hay nada de eso. Pueden haber apreciaciones en relación a algunas políticas, sobre todo en la sistemática persecución a Colombia por ser un estado violador de los DDHH, cosa que no obedece a la realidad de nuestro país, que si bien se han presentado casos aislados, la misma justicia colombiana se ha encargado de dirimir, pero la instancia de la CIDH no puede estar sujeta nuestra presencia frente a esas posibilidades. Lo que sí tiene claro Colombia es que es respetuosa  de su estado de derecho y de los tratados internacionales

¿Qué riesgo existe de que columnas de las FARC pasen al lado peruano de la frontera, como lo hicieran hace algunos años en el Ecuador, ocasionando un conflicto internacional?
El riesgo se corre, es un frontera larga y extensa, abandonada por ambos países, no hay presencia del estado en su amplia mayoría, es una tierra de nadie, epicentro de tráfico de armas, de municiones, de drogas, de personas, y es una zona que no está libre de que las FARC pasen el río y se camuflen en territorio peruano que por supuesto estamos seguros no hay ninguna complacencia de parte de las autoridades peruanas, lo hacen aprovechando esa misma selva, en la cual es muy difícil de tener presencia en cada uno de sus kilómetros. Lo mismo sucedió con  el Ecuador, en una frontera en zona de selva muy similar, en la cual las FARC pasaron a lado ecuatoriano sin la complacencia ni  de las autoridades políticas ni militares del gobierno ecuatoriano, y se lo digo yo como persona que estuvo secuestrada, y estuve secuestrado en territorio ecuatoriano, precisamente en los campamentos mencionados; yo estuve 7 años secuestrado por las FARC en esos campamentos y nunca, a fe de lo que digo, nunca vi complacencia de las autoridades ecuatorianas. Esa frontera es muy grande, esto podría suceder, las autoridades colombianas y peruanas están trabajando de la mano para que eso no ocurra, y si en algún momento se han presentado lazos entre las FARC y Sendero Luminoso; o de las FARC, Sendero Luminoso con el narcotráfico, que pueden tener un impacto en la vida peruana, siempre hemos ofrecido toda la ayuda de Colombia  para que esto no ocurra.