martes, 29 de enero de 2013
sábado, 5 de enero de 2013
Realismo político en las relaciones Perú-Chile
Por Julio
Herrera
En opinión del
especialista en derecho marítimo internacional, doctor Miguel Ángel Rodríguez
Mackay, después de la fase oral en el juicio por el diferendo marítimo entre
Perú y Chile en la corte de La Haya, debemos enfocar esta relación dentro del
marco que Rodríguez Mackay denomina “realismo político” y que consiste en
considerar todos los escenarios políticos posibles entre Perú y Chile con miras
a una relación “post fallo de la Corte Internacional de La Haya”. “Se vienen puntos importantes en la
agenda como el tema del TLC Perú-Chile”, señala Rodríguez Mackay.
¿Qué significa “el
realismo político” en las relaciones entre Perú y Chile?
Significa que
tendremos mirar con tranquilidad y prudencia el desarrollo de los
acontecimientos y lo que pueda venir después del fallo. Me refiero a que no
podemos afirmar con certeza que Chile cumplirá escrupulosamente el fallo de la
Corte de La Haya. No sabemos cuál va a ser el comportamiento político después
del fallo. Aspiramos que Chile acate el fallo en conformidad con
las reglas de la solución pacifica de controversias y conforme al artículo 94
de la Carta de la ONU que obliga a los estados a cumplir los fallos. Los fallos
son incuestionables, no se puede apelar a los fallos de la Corte de La Haya.
Sin embargo hemos visto la inconformidad de
Colombia con La Haya por el fallo favorable a Nicaragua.
Estamos viendo que
la reacción de Colombia al fallo de la Corte en el diferendo marítimo con
Nicaragua es un escenario que no corresponde al derecho internacional. En el
caso de Perú y Chile, debemos ser prudentes y mirar con realismo político
el fallo de la Corte, de tal manera que su implementación se cumpla inmediata
y progresivamente.
¿Es esta la
posición mayoritaria de los especialistas peruanos?
Hay quienes
sostienen que no va a pasar absolutamente nada, que el fallo se va a cumplir,
que Chile va a acatar inmediatamente el fallo y no va a pasar nada. Pero aun en
ese marco existe realismo político al ver que lo que viene después es una
agenda pendiente, la modificación del TLC Perú-Chile. De la posición de
los dos países en la cuenca del Pacífico, de crear luego del fallo una zona de
maximización de la frontera de ambos países, hay toda una agenda por construir
donde dos países, fundamentalmente vecinos por tradición histórica y no amigos
necesariamente, porque se produjo una fractura en la guerra que golpeó la
conciencia colectiva de ambos pueblos, pero sí cercanos porque tenemos una
misma vecindad en donde Perú y Chile son dos países que crecen y que proyectan
como los verdaderos motores en la cuenca del Pacífico sur este. ¿Qué nos
queda? Mirar hacia adelante pero debemos dejar la falta de reciprocidad y la
falta de confianza. El fallo debe significar para ambos países una
superposición del clima de confianza, es el momento de comenzar con la
reciprocidad.
¿Cómo ha
evolucionado el juicio en La Haya desde que Perú presentó la memoria en la
Corte el 2009 hasta la fase oral?
En la medida que
nos hemos ido involucrando cada vez más en el conocimiento del proceso
mismo y en las variables de las tesis de Perú y Chile respectivamente, se van
recreando cuáles podrían ser los argumentos que van a consolidar la posición
peruana.
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